martes, 30 de julio de 2013

Cambios y aprendizaje. Aprender a aprender.

En alguna que otra ocasión hablando del "cambio" encontré opiniones al respecto de tipo "¿por qué el cambio? o ¿para qué?... si me va bien". Ante este tipo de argumentos se me ocurre que la persona que los suele declarar asume que cambiar es una acción a ejercitar sólo si "algo no va bien". En tal caso, si existiese algún aspecto disfuncional (externo o interno) en la persona, quedaría al parecer plenamente justificado dicho cambio. Lo curioso es que incluso existiendo ese aspecto disfuncional que podría motivar un cambio y justificarlo, aún encontramos cierta resistencia en las personas a los cambios. No sé si es el rubor de no querer admitir en público que hay algo en lo que debemos mejorar lo que nos dirige a las trincheras del porqué y del para qué. Otras veces tal vez el temperamento de ciertas personas actúa como viento huracanado y arrasa el más simple discurso del cambio, reduciéndolo a escombros y negando su potencial. Y es así que creo que en el fondo el cambio asusta, porque cambiar requiere volver al no saber, a la indefensión de exponerse sin armas a la novedad, requiere humildad para salir de eso que se conoce como "zona de confort", que tanto valor tuvo un tiempo atrás, y dejarse guiar. Creo que cambiar es abrazar la experiencia de aprender, y tal vez desde lo aprendido, y su puesta en acción, sea cuando sucede ese cambio, para que todo siga creciendo, evolucionando o madurando de forma natural.

Aprender es una palanca de cambio, provoca remolinos en nuestras creencias, remueve sueños, pero necesita irremediablemente de un deseo, de una ventana abierta que deje paso el nuevo aire, de unos ojos bien abiertos, de una voluntad que busque los propios motivos, de unos pies inquietos y unas tremendas ganas de no convertir en dogma lo conocido, para permitirnos el incalculable placer de recuperar la confianza y creer que se puede. Me pregunto si esto del cambio al fin y a la postre lo que permite sea conectar con uno/a mismo/a, si nos permite fluir de algún modo conectando razón y emoción. Me pregunto si el cambio no tiene que ver con el talento, si es o no una herramienta para su búsqueda o tal vez para su hallazgo. 

Este vídeo motivó esta reflexión. Espero que también les guste. Feliz semana.