martes, 24 de marzo de 2015

SER PERFECTAMENTE IMPERFECTOS


"SER PERFECTAMENTE IMPERFECTOS" Así reza la expresión de una recomendación final tras el curso Entrenamiento en el Cultivo de la Compasión. En el abordaje de las últimas instrucciones para el entrenamiento semanal, iniciadas con un "recuerda que nada puede reemplazar a la práctica regular, la meditación es como el ejercicio físico, mientras más la practicas más desarrollas tu habilidad", se han colado estas palabras para evidenciar cómo de necesario es que seamos compasivos en los lugares en los que nunca antes se había asomado tal actitud, pero donde se echaba en falta su presencia; en el día a día y justo en el espacio que existe entre un propósito y su resultado. 

Tengo que volver atrás en los contenidos del curso para encontrar de nuevo con cuáles de mis propios valores encaja este consejo y si, sobre el papel de la mente, puede añadirse a lo que conforma mi propósito vital. Descubro en ese listado que la humildad y la modestia, junto a la paciencia y la prudencia, la aceptación y la calma, toman en estos momentos especial relevancia. Pero cuando las ideas salen del papel y se convierten en experiencias, cuando la dificultad surge, cuando las decisiones de los demás se interponen entre nosotros/as y nuestros objetivos es fácil caer en el viejo hábito de reaccionar; enfadándonos, temiendo, dudando, desconfiando. Y la segunda reacción es casi peor que la primera; nos castigamos, nos juzgamos, nos criticamos, nos culpamos. 

Recogemos todas esas semillas negras y volvemos a regarlas con el tiempo que le dedicamos internamente a autocastigarnos con esos gestos, que a su vez levantan sentimientos de falta de afecto por quienes somos, empezando por sentirnos diferentes, solos/as, aislados/as, dolidos/as, incomprendidos/as. Así de fácil es reconocerse caminado por las calles tristes, víctimas y con desesperanza. 

Recordar las veces en que fuimos también verdugos con los demás hace que haya un resquicio a la comprensión y al no juicio. El no juicio dirige la mirada de nuevo a los valores personales que conectan con la ecuanimidad,  la dignidad, el desapego, la búsqueda de la coherencia y la autenticidad. Y de pronto, casi mágicamente, de forma perfecta, todos estos valores abren de nuevo al corazón y, en el alivio que aporta reconocer nuestro compromiso con ellos, encontramos el reconocernos, ahora sí, como seres perfectamente imperfectos
En medio de ese campo de batalla en el que hemos convertido al cuerpo, donde el enemigo es lo que creemos que somos y lo que otros/as creen que somos, se encuentra la conciencia atisbando una bandera blanca en forma de idea que anida en el corazón de todo ser humano; saberse y reconocerse como imperfecta/o. Reconocer en todo ser humando dicha cualidad, se convierte en el único arma que puede cambiar la situación de la víctima.

Porque es el corazón lo que nos hace perfectos a todos. El lugar donde residen nuestros anhelos de felicidad, nuestros sueños e ilusiones, es donde encontramos la sabiduría de reconocer que el cómo nos sentimos no es lo que somos, que entre los objetivos que nos marcamos y nosotros mismos a veces el obstáculo no son los demás sino uno/a mismo/a, que lo que pensamos no es la realidad, que ésta última experiencia es nuestro mejor maestro/a y que todo puede cambiar si miramos el mundo de nuevo con los ojos del corazón. Porque cuando la mente nos recuerda nuestra torpeza el corazón nos recuerda que sólo estamos aprendiendo y que el éxito es el final de una serie de fracasos previos. 

Así es la práctica de la meditación compasiva, así es la atención plena, un entrenamiento que pone luz en:

  • que nos unen más cosas de las que nos separan, 
  • que existe un espacio temporal, el presente, en el que incluir nuevos y más saludables hábitos,
  • que entre un estímulo y nuestro propio comportamiento existe un espacio donde ofrecer respuestas más adecuadas, para los demás y para nosotros/as mismos/as, 
  • que nos liberamos de una parte importante de nuestro estrés cuando dejamos marchar creencias irracionales, excesos de juicio, y miradas puestas siempre en lo que nos falta, resumiendo la vida en el solo acto de sobrevivir, 
  • que la amabilidad y la compasión son cualidades innatas que sólo hay que rescatar del baúl de los recuerdos, cuando deliberadamente "le abres la puerta a otra persona, eres paciente en una reunión con una persona díficil, o sacas a un caracol de la acera para que no sea pisado por algún transeúnte" pero también cuando ese caracol eres tú y el transeúnte que puede pisarlo a la vez también eres tú, pues sólo podemos ser crueles con los demás cuando ya nos hicimos expertos/as en serlo con nosotros /as mismos/as.
  • que existe una rampa hacia la felicidad cuando simplemente agradecemos cada pequeña cosa de la que disfrutamos y nos salimos de la cuenta de que sólo merecemos lo mejor y si es posible, lo mejor de los demás, sin importar los costes.

Práctica 1: Observa en tu estilo de vida cómo te relacionas con los demás y contigo mismo /a cuando surge la dificultad. ¿Podrías tratarte a ti mismo/a con mayor amabilidad, así como lo harías con tu mejor amigo/a?

Práctica 2: Observa cuando no consigues un propósito ¿Podrías sentir agradecimiento por lo que ya tienes y que ese sentimiento tuviese más peso que la frustración por lo que no conseguiste? 

Video: Ted David Steindl-Rast ¿Crees que éste es solo un día más en tu vida?




(Fuente del texto en cursiva: www.cultivarlamente.com, www.redmindfulness.org de su creador  Gonzalo Brito Pons e instructor del curso Entrenamiento en el Cultivo de la Compasión). 


viernes, 27 de febrero de 2015

PRENSA I


Con motivo de la inauguración del Vivero de Empresas de la Universidad de Jaén y con el apoyo del CADE provincial, "MINDFULNESS, FORMACIÓN Y CRECIMIENTO" tiene un espacio de coworking en dicho vivero. Con la ilusión de cualquier persona emprendedora pretendo trasladar a la población de Jaén, capital y provincias, el conocimiento y la práctica de la atención plena, mindfulness.

En las instalaciones de UniRadio Jaén y gozando de la amabilidad de todo el equipo que la compone, y especialmente de Victor Guillermo Figueroa Molina y Rosa Martínez de Antoñana, quienes contagian pasión por su trabajo, he tenido la ocasión de hablar de la práctica de la Atención Plena:

  • Podcast del programa de radio "La onda de emprender" de 24/02/2015: 




  • Podcast del programa de radio " Emprendimiento en Femenino" de 12/03/2015. 


  • Artículo de prensa: VIVA JAÉN 


Artículo de prensa: DIARIO JAÉN. 



jueves, 26 de febrero de 2015

EL PELIGRO DE SENTIRSE DIFERENTE

¿Cómo nos relacionaríamos con el/a otro/a si sintiésemos lo que el/ella siente?




¿En qué modo ponerse en la piel del otro es útil para ayudarnos a gestionar nuestro propio estrés?

Estas mismas preguntas se las formuló CLEVELAND CLINIC, una organización de cuidados médicos de EE.UU para que el personal relacionado directamente con pacientes, pudiera gestionar el estrés crónico, que interfería en su desempeño. Estrés que de forma crónica se acumula y genera problemas mayores como rotación laboral, absentismo, fatiga laboral o síndrome de Burnout, que nace a partir de la percepción de sentirse incapaz de poder ayudar a los demás.

Gran parte del estrés que sufrimos en nuestras vidas proviene de la relación social que mantenemos con otras personas (hijos/as, jefas/es, empleadas/os, padres/madres... ). En la calidad de esas relaciones interfiere el prejuicio que tenemos frente a las persona con la que nos relacionamos, cuando no nos identificamos con el estatus o la calidez afectiva de esa persona surge la barrera invisible que actúa como el muro de Berlín; nos separa del otro, nos lo oculta, le niega incluso derechos humanos básicos, tales como el saludo y el afecto. 

Es por esto que personas que están muy próximas a nosotros/as mismos/as pasan totalmente desapercibidas a nuestra mirada (vecino/a, portero/a de fincas, cajero/a de hipermercado, guarda de seguridad, limpiacristales, etc). 

Esta desconexión emocional con los demás, provocada por el prejuicio social hacia determinados colectivos, provoca que no se les reconocen valores humanos esenciales y acabamos objetivizando a las personas finalmente por un "no sé exactamente porqué".


Una clínica de Cleveland llevada por la necesidad de formar a su personal en una mejora en servicio de calidad a las personas usuarias de la misma, decide empezar a trabajar para romper ese muro de Berlín mental, pues "se dan cuenta" (toman conciencia) de que finalmente, cuando hablamos del ser humano "nos vemos diferentes pero nuestros corazones laten con sueños parecidos"

Inician la campaña de difusión de este vídeo para volver a humanizar la forma en que vemos a las personas que están más próximas a nuestro radio de acción, las de nuestro entorno, las personas con las que trabajamos o para las que trabajamos. 

Dulcificar la mirada genera bienestar pues nuestra mente deja de ver como un peligro amenazante a quien no es exactamente como nosotros pero con quien compartimos un mismo destino, morir y haber intentado ser feliz "antes de". Tener una mirada más compasiva con los demás hace que nuestro organismo produzca menos hormonas del estrés, apreciar la diferencia del otro pero valorar a su vez su humanidad produce oxitocina, la hormona de la felicidad, empatizar con la realidad de los demás, individual o grupalmente, nos conecta con la colaboración, el altruismo, la gratitud, al reconocernos todos seres frágiles y con el mismo anhelo de felicidad. Contemplar la belleza de nuestro entorno, aunque éste no sea exactamente bello pero algún elemento sí reúna ésta peculiaridad, nos conecta con la sensación de bienestar. 

El cultivo de las buenas relaciones sociales pasa inevitablemente por romper prejuicios y saludar a quien antes no saludábamos, en preguntar el nombre a quien nos sirve el pan y poder darle las gracias no a un panadero, sino a un ser humano que "tal como yo" le gusta ser tratado con la dignidad que a cualquiera de nosotros nos gustaría recibir. 

Entrenar y cultivar la compasión es gestión eficaz del estrés. Las empresas ya lo están haciendo. Dulcificar la mirada es rentable. 

Podríamos empezar a hacerlo también de modo individual. ¿Y si la gente deja de ser "gente" (grupo o clase social) y comienzan a ser personas (individuos de la especie humana)?



¡Que tengas un buen día! 

viernes, 23 de enero de 2015

LA MODA MINDFULNESS

¿Recuerdas cuando los gimnasios se pusieron de moda?



El primer gimnasio de España se abrió en una calle del centro de Madrid en 1859 y utilizaba máquinas de hierro y madera. En la década de los ´80 en España se impulsó la práctica del entrenamiento físico por una tendencia que venía de Estados Unidos y que Jane Fonda se encargó de difundir.


Y llegó el momento en que la moda dejó de ser moda, por repetida y frívola, hasta convertirse en moda por salud. La medicina occidental avanzaba científicamente y comenzó a circular entre la población la recomendación de su práctica porque el entrenamiento físico aporta a nuestra salud múltiples beneficios (fisiológicos, sobre el corazón, sobre el sistema circulatorio, sobre el aparato locomotor, sobre el metabolismo y sobre aspectos psicológicos y psicosociales, etc.). Todos estos beneficios pueden recogerse en las distintas etapas de la vida: niños y adolescentes, adultos y ancianos, si el entrenamiento es el adecuado.


¿Porqué ahora se habla del entrenamiento mental?


La medicina sigue avanzando. La ciencia médica occidental ha comprendido que la salud no es algo que sólo concierne al cuerpo sino también a la mente. La medicina se rinde a la evidencia de que el entrenamiento mental es necesario para preservar y restablecer la salud.


Richard Davidson, uno de los científicos del cerebro más importantes del mundo, cree que el ejercicio mental, en particular la meditación (atención plena o mindfulness), puede, literalmente, cambiar nuestras mentes. Existen múltiples beneficios de la práctica de la atención plena (Reduce el estrés, mejora el rendimiento académico, cambia el cerebro protegiéndolo de enfermedades mentales, no hace falta estar practicando mindfulness para sentir los beneficios en el procesamiento emocional de nuestro cerebro, previene las recaídas de las personas con problemas de adicción, nos hace mejores personas, nos ayuda a dormir mejor, etc.). Dice Davidson “Puede que tome un poco de tiempo, pero para el 2050 creo que el ejercicio mental se entenderá como algo tan importante como el ejercicio físico”.

Aprender a meditar puede ayudarnos a convivir con una mente más clara y más hábil a la hora de lidiar con las emociones negativas y fomentar las emociones positivas.




El mismo Richard Davidson asegura tambien que la meditación es un entrenamiento mental que nos permite ser más felices. Asegura incluso que "Aprender a ser feliz no es muy diferente a aprender a tocar el violín".

martes, 9 de diciembre de 2014

Entrena a tu mente, aprende con el corazón.




El corazón no tiene dos hemisferios como la mente, en tu experiencia no predomina ninguno de ellos, simplemente tu corazón está o no está en tu presenteSin embargo dicen por ahí que el corazón tiene cerebro y, por lo tanto, neuronas (unas 40.000). Según Mario Alonso Puig "Lo que el corazón quiere sentir la mente se lo demuestra" . O sea que si eres el único/a donante de corazón que sigue vivo/a, hazte un huequito en la agenda y dedica unos minutos diarios, en quietud y silencio, para contemplar con los ojos cerrados qué hay detrás de tus párpados... tu propósito, tu mejor versión, tu felicidad, la de los demás... el mundo... y el propio universo condensado en tu propia conciencia. Y aunque esto se parezca a la poesía sólo es la prosa que compartimos todos los seres humanos. Bajo las rutinas de la piel hay un corazón que está esperando. 

"Entrena a tu mente, aprende con el corazón" Adela Montalvo Gil. 

viernes, 29 de agosto de 2014

ESTRÉS, REALIDAD, PALABRAS Y EMOCIONES

“El dedo que señala la luna no es la luna”. Buda. Las palabras no son la realidad, solamente apuntan a ella. La sabiduría podría consistir en seguir la dirección que las palabras indican en lugar de quedarse neciamente sólo con las palabras, y esta simple afirmación implica “acción”, no sólo razonamiento.

Hace un tiempo en el blog de Manuel Calvillo, en su entrada “Factorías de ceguera” y hablando de la ceguera atencional leí las siguientes palabras: “Los peces son los últimos en darse cuenta del agua". 

Nuevamente palabras, y la luna a la que apuntan ahora es a la ignorancia del pez que no se da cuenta de la realidad en la que vive sumergido. Apenas sus ojos alcanzan a ver a sus depredadores, a sus presas, el lugar donde refugiarse o la infinitud de algas, rocas, corales, luces o sombras que tiene frente a sí. Pero los peces no son inteligentes. Su falta de raciocinio les impide comprender que el agua es la condición indispensable para su supervivencia, igual el instinto les basta y les sobra para saber permanecer vivos en su medio. La especie humana en cambio sí que es inteligente (¿?), sabe perfectamente distinguir a su depredador, a sus presas, su refugio, sus luces, sus sombras… En la ciudad, el tráfico, las prisas, el teléfono, la niña o el niño, la cartera, el colegio, el trabajo y el jefe o la jefa ¿Cuál es el contexto? ¿Dónde está ese agua tan pegada a nosotros mismos/as, medio indispensable para nuestra superviviencia? ¿Habrá que apelar también a nuestro instinto para saber permanecer (sobreviviendo) en él?

Pues bien, volviendo a la acción del primer párrafo, ¿qué podemos hacer para “conocer la luna” o nuestro propio contexto?. 
Solución A: Pensar en el problema. 
Solución B: No pensar en el problema, ¡A quién le importa la luna y su contexto! ¡Con todo lo que yo tengo que hacer!. 
Solución C: La realidad no es solo lo que se ve o es susceptible de ser descubierto por los cinco sentidos; vista, gusto, tacto, olfato, oído. La realidad también es eso que pasa detrás de nuestros ojos. Emociones. Sentir y no pensar. Al parecer en Oriente han descubierto esta solución C con el medio científico de la intuición pero en Occidente la ciencia solo es ciencia si se mide, constata, prueba, ve, toca o escucha. Científicamente la intuición está siendo validada como herramienta útil para el aprendizaje, el análisis, y la toma de decisiones. 

Y la pregunta final ¿Cuánto hay que sentir para finalmente “estar” y darnos cuenta del contexto? 
Solución A: Mucho. 
Solución B: Sentir ¿qué?. 
Solución C: Sustitúyase en la pregunta el “Cuánto” por “A quién”.

Nos empeñamos en llegar al fondo de las cosas para explicar la realidad pero la realidad se explica una vez hemos llegado al fondo de nosotros mismos.

El curso MBSR es un buen método para acercarnos a esa realidad que no necesita tanto ser juzgada y que permite comprender quién es ese yo que cada quien creemos ser y cuándo darse cuenta de que vivir es solo un asunto de presencia, de que estar en el aquí y el ahora es toda la realidad que verdaderamente existe. Que el tiempo es a la vida como el metro a la distancia, solo una medida.

ADELA MONTALVO GIL.



martes, 22 de julio de 2014

El tiempo y sus fracciones.


Cada cierto tiempo consulto un blog, para mi indispensable,  donde encuentro con frecuencia reflexiones muy interesantes y válidas para la integración de la atención plena en la vida diaria. 

Hoy entre las muchas entradas, un denominador común fue el tiempo. En un día hay 24 horas, o sea 1440 minutos o 86.400 segundos (elige la fracción que mejor te parezca). Aunque la elección que acabas de realizar sea irrelevante, esa fracción elegida expresa el tiempo en el que dices "vivir".


En todo ese espacio "limitado" transcurre un sinfín de sucesos a los que reaccionas sin más, acciones por lo general rápidas e irreflexivas, para poder hacer aquello otro que de verdad quieres hacer, acciones por otra parte que apenas llevamos a cabo, porque al final no hay tiempo para ello. Y digo "llevamos" porque no sólo a ti te pasa esto, nos suele pasar a casi todos. 

Desde bien pequeños, para celebrar que vamos creciendo, se nos agasaja con el regalo más habitual, UN RELOJ (antes de la era tecnológica en que se sustituye dicha herramienta por otras de índole más versátil, móviles, tabletas, pc´s... etc). Aquel aparato, como también éstos, a nuestro servicio, cumplen un objetivo común: medir el tiempo, pero en ningún caso nos sirven para elegir lo que hacemos en él, para eso sirve otro instrumento, también de medición, que casi nunca se regala, LA BRÚJULA, el aparato que indica la dirección a seguir para llegar a un norte. 

El cóctel resultante, cuyo ingrediente principal es el tiempo, se compone también de otros ingredientes secundarios, tales como las decisiones sobre qué se va a hacer en la vida, o cómo ganárnosla, sin conocer previamente la brújula y, por último, los resultados obtenidos en el pasado. Este cóctel conforma el núcleo de muchos de los males más habituales en occidente, a los que nombramos de mil formas diferentes, pero que resumimos en una sola palabra, porque también es más fácil buscar una solución a un problema que a muchos interrelacionados, y esa palabra es ESTRÉS.

El estrés en nuestras vidas es tan habitual que pensamos que a fuerza de nombrarlo y normalizarlo resolverá eso que nos pasa, porque ya conocemos que le pasa también a los demás. Pero no, el estrés no se soluciona cuando se visibiliza, se empieza a solucionar cuando comenzamos a ser conscientes del nivel en el que nos afecta. 

Una gota de conciencia es un instante, una pequeñísima fracción de tiempo, es suficiente para saber que algo está ocurriendo y que lo estamos presenciando porque nuestra atención está en ello. Nos basta y nos sobra para saber en qué realmente invertimos nuestro tiempo, en dónde se está situando nuestra vida. Es entonces cuando podemos elegir qué hay que hacer durante 86.400 segundos, o sea 1440 minutos, o 24 horas y no limitarnos, en cambio, a saber simplemente qué pasa ahí, en esas fracciones de tiempo. 

Nuestra vida deja de ser un relato de cosas que nos pasan para convertirse en un relato de las cosas que elegimos hacer. Con cada vez más frecuencia se nos habla de que la emoción comienza a complementar a la razón en lugar de competir con ella. De alguna forma la racionalidad de medir unidades de tiempo está dando paso a la calidad que hacemos residir en cada unidad. 

Próximamente impartiré un curso (MBSR) donde hablaré de la atención plena (mindfulness), de la conciencia y la consciencia, junto al estrés y la gestión del tiempo. Trataré de establecer las interrelaciones de todos estos conceptos y de su trascendencia en eso que llamamos felicidad y que la medicina moderna se empeña en llamar salud.

Este curso está dirigido no sólo a quienes padecen de estrés, o sus enfermedades somáticas, sino también a personas que crean tener salud y deseen conservarla o simplemente elegir cómo poder dirigir sus vidas sin que el reloj les robe el protagonismo, aunque inevitablemente, el tiempo sea el actor secundario de este teatro en el que a diario se representan muchas obras.

Asumiremos pues el protagonismo de nuestra vida, conoceremos a ese actor/actriz que nos suplanta, nuestro EGO, y aprenderemos a no sentirnos ofendidos/as tan a menudo, a liberarnos de la necesidad de ganar siempre, de tener razón, de creernos superiores, de querer tener más, de identificarnos con nuestros logros, y liberarnos en suma de nuestra propia fama. Si quieres saber lo insolente y pretencioso que es el ego solo tienes que mirar, en este simpático vídeo, cómo actúa ante su maestro.  


Nota: Entendemos como maestro a "cualquier dificultad u obstáculo en la vida", ampliamos así el significado de esta palabra, pues no sólo alguien avezado puede hacernos  aprender. 

jueves, 26 de junio de 2014

VACACIONES


Generalmente deseamos esta época del año para poder disfrutar del merecido descanso después de meses continuados de trabajo. 

No es poco usual que las sonrisas florezcan antes incluso de gozar de esos días tan ansiados a lo largo del año. El ánimo mejora, los problemas afectan menos y todo comienza a relativizarse días antes de esos permisos laborales. La expectativa de disipar ese ansia acumulada, producida por ese exceso de deseo de cortar con las rutinas, esas a las que nuestras responsabilidades económicas, laborales, familiares, sociales y mentales nos avocan a lo largo del año, hacen que prisas, agobios, maletas, viajes, y todo, finalmente, se de por bueno, de tal forma que sólo pensar en las próximas vacaciones en sí ya es terapéutico.



Si le ponemos sonido a este cuadro también es usual escuchar a quienes nos dicen salir de vacaciones para desconectar y desestresarse. Y si, las vacaciones están para eso, para el relax, para disfrutar, para jugar, para poner la mente en modo descanso, para conectar con el tacto, con los colores, sabores, olores, sonidos... con el entorno, sean paisajes, personas, animales o cosas. El ideal es que no tuviésemos que salir de vacaciones para hacer este otro trabajo, el de desestresarnos de lo acumulado a lo largo del año. 

¿Qué tal si durante todo el año aprendes a desestresarte y aprovechas las vacaciones para no hacer otra cosa más que conectar con todo lo que te gusta, sueñas, te ilusiona, te apasiona o te divierte?. ¿Qué tal si aprendes durante todo el año a conectarte con los olores, los colores, los sabores, los sonidos y el tacto de tu presente? ¿Podrías sentir cada día durante unos momentos que estás en modo descanso, disfrutando del placer de sentirte a ti mismo/a, conectado/a más serenamente en tu día a día? Déjanos enseñarte cómo se hace esto.


En septiembre, después del verano, Luis Francisco Navío y yo, os invitaremos a conocer nuestra propuesta; el entrenamiento mental basado en la atención plena. Lo que en oriente se conoce como meditación en occidente se está convirtiendo en terapia, hasta que deje de serlo y vuelva a ser lo que siempre ha sido, un hábito saludable que nos transforma en personas más sencillas, compasivas, equilibradas y ecuánimes. 

Aprovecha tu verano simplemente para descansar. 

Si quieres conocer nuestro trabajo, visita nuestro blog profesional. 

jueves, 12 de junio de 2014

"Aparcar la cabeza y arrancar el corazón es lo más inteligente"



Con esta frase dio comienzo la ponencia "Claves femeninas de la resiliencia en la empresa", de Pilar Gómez Acebo, el pasado sábado en el Empresarias Open Future, celebrado en el Centro de Formación Feminista "Carmen de Burgos" de Baeza.

Pilar es profesora de Escuelas de Negocio, con amplia experiencia profesional, escritora y conferenciante.Su presentación hablaba de la situación actual de crisis que definió no tanto económica ni financiera sino más bien como una crisis de valores humanos y sociales.

Presentó un escenario económico donde la generación de riqueza no está ya en los mercados intermedios. Habló de la función última de la empresa, que no es ganar dinero (objetivo a corto plazo) sino generar riqueza (objetivo más a largo plazo).

Esbozó una aproximación al concepto de economía del comportamiento, donde la toma de decisiones sigue basándose en el aspecto racional pero donde ahora interviene el "nosotros" para generar valor, porque son los demás los que nos hacen crecer y construirnos y porque en el nosotros cabe la sensibilidad suficiente para la observación y la escucha, y por ende, para la creatividad.

Diferenció la "gestión por competencias" de la "gestión por preguntas" como estilo de liderazgo. Y aquí me sorprendió, de nuevo, con que su próximo estudio irá sobre "Los efectos de la soledad en la cuenta de resultados". En la gestión por preguntas insertó el concepto de resiliencia, como capacidad de dar la vuelta a una situación adversa y salir fortalecido y que para el adecuado entrenamiento de esta habilidad se hace preciso un mapa interno (DAFO) completo y construido a base de inversión de horas de conocimiento en nosotros mismos. Se propone el uso de la metodología de análisis de mercados para el análisis personal y ¡claro! se hace imprescindible la reflexión sobre preguntas tales como: ¿Qué sabes hacer? ¿Para qué sirve? y ¿Dónde es útil?. Los nuevos tiempos exigen "Liderar" y no "Jefear". Marian Rojas-Estapé en su blog Comprender es aliviar, habla hoy del liderazgo, en su nueva entrada (Liderar es servir), y coincide con Pilar en que el nuevo liderazgo empresarial debe pasar por implicarse y comprometerse en lugar de imponer, como viene sucediendo habitualmente en las empresas.

Entre las últimas frases de la conferencia recuerdo ésta: "El miedo tiene que cambiar de lado" y hoy, cinco días después de la conferencia, dicha frase me sigue pareciendo revolucionaria. Se habla del cambio y no se si se produce mientras se habla de él. Me pregunto si estos conceptos pasarán a los planes de estudios de las nuevas carreras universitarias orientadas a la gestión empresarial. Parece que ya es tarde para muchos jóvenes y no tan jóvenes que aprendimos que la empresa y la propia vida se gestionaba desde la razón y no desde la emoción. No es que ahora se gestione con menos racionalidad sino que parece que la emocionalidad también forma parte del ADN empresarial, si se pretende generar nuevos proyectos de negocio. Parece que al fin que alguien se dio cuenta que las empresas son formadas por personas y que no se puede dar de lado al humanismo en los procesos de gestión.

Hoy, un extraordinario docente, Juan Luis Hueso, en su página de facebook comparte un artículo que me recuerda que en la formación de los más pequeños el exceso de racionalidad sigue gestionando sus agendas y me pregunto cuándo la nueva realidad propondrá nuevas formas de resolver problemas o generar soluciones, porque ahora se habla de ello pero ¿cuándo nos pondremos a trabajar con ello?.

jueves, 19 de septiembre de 2013

Ángulos del cambio organizacional.

Creo que la principal función de utilidad de la edad es la de hacernos capaces de difuminar dogmas y borrarlos, aunque ¡quien sabe! Hace un par de semanas mi visión casi dogmática de las causas del cambio por suerte se derrumbó tras la lectura de un interesante artículo. Hasta entonces me había creído el argumento de que el cambio no se producía en las empresas porque las personas simplemente nos resistimos a cambiar (el patrón o camino que recorremos de forma habitual para resolver problemas). 

Creo que bajo mi misma creencia, muchas empresas aliviaban su "conciencia" justificando su incapacidad de adaptarse a la realidad porque su personal "se resiste" (ERE´s, despidos, cierre patronal... etc). Y sin embargo gracias a la experiencia encuentras con frecuencia a personas que te sorprenden por todo lo contrario, personas que tienen curiosidad por lo nuevo, personas que experimentando la novedad son activas, o incluso siéndolo parcialmente, al menos si que miran con positividad el aprendizaje de otras formas de hacer, e incluso de pensar. Con lo cual, bajo la propia creencia latía una sospecha que la hacía cuestionable, pero hasta que no das con los argumentos en contra, te apegas inconscientemente a tus creencias como si la vida nos fuera en ello (lastimando inconscientemente a quien no piensa igual, por omisión). 

Pues bien, el artículo que comento al inicio despejó esa sospecha de que mi creencia tal vez no era cierta y por ende, aquel argumento que no pocas empresas esgrimieron como justificante de su fracaso. Este artículo añade argumentos suficientes para que podamos tomar conciencia de algunas otras claves para que se produzca el cambio en las organizaciones.

Las empresas no son máquinas son organismos vivos, dice el artículo, porque se componen de organismos vivos y donde suceden los cambios es en las estructuras de sus relaciones y en las redes. Si la información novedosa es importante, el propio sistema de forma invisible la hace circular, elevándola al plano de la realidad, amplificándola y poniéndola sobre la mesa de trabajo, sobre el espacio de otra información que ya se apaga por antigua e ineficiente. Pero para dotar de "importancia" a la información novedosa, las organizaciones no pueden olvidar cuatro principios:

1. Las personas se comprometen con aquello que han creado. Si se las hace participar en la configuración de los nuevos modos de hacer, creerán importante lo que ellas mismas crearon.

2. Las personas no sólo obedecen órdenes, también reaccionan a ellas. Cada reacción es una percepción diferente del mismo estímulo, tratar de aprender de cada reacción aportará mejor entendimiento de lo que es importante para los demás.

3. No vemos la realidad, interpretamos lo que percibimos como real. Cada persona tiene un concepto de lo que es importante y si escuchamos y atendemos eso, tal vez, puliríamos mejor nuestro propio punto de vista y permitiríamos un espacio donde compartir recursos e ideas que nos aproximen al objetivo.

4. Para crear un sistema vivo, más sano, conéctalo a si mismo. El reto de la dirección está en hacer crecer las conexiones del sistema cuando éstas son fortalezas. Si usamos la comunicación de forma más fluida se podrían hallar áreas donde elevar los estándares de calidad. 

En las empresas donde la participación del personal en las decisiones de la dirección está más arraigada, por costumbre y por régimen jurídico, es donde estos principios suelen de manera natural tomar más protagonismo. Las empresas de economía social, e incluso las del denominado "cuarto sector", ahora más que nunca pueden tener la solución a bordo, es sólo necesario tomarse el tiempo de decidir si quieren seguir siéndolo. Por desgracia algunas ya no podrán, eligieron soluciones de otros sectores (ERE´s, despidos, cierre patronal... etc).

El artículo mencionado "¿Por qué cuesta tanto el cambio en las organizaciones?" aparece en la página 32 del siguiente enlace:

De la misma revista, el artículo "La mirada apreciativa" resulta aconsejable hasta estremecer también viejos hábitos. Recomiendo también su lectura (página 34). 

Agradecida por estos magníficos enfoques no puedo por menos que felicitar a la publicación TULankide.