viernes, 23 de enero de 2015

LA MODA MINDFULNESS

¿Recuerdas cuando los gimnasios se pusieron de moda?



El primer gimnasio de España se abrió en una calle del centro de Madrid en 1859 y utilizaba máquinas de hierro y madera. En la década de los ´80 en España se impulsó la práctica del entrenamiento físico por una tendencia que venía de Estados Unidos y que Jane Fonda se encargó de difundir.


Y llegó el momento en que la moda dejó de ser moda, por repetida y frívola, hasta convertirse en moda por salud. La medicina occidental avanzaba científicamente y comenzó a circular entre la población la recomendación de su práctica porque el entrenamiento físico aporta a nuestra salud múltiples beneficios (fisiológicos, sobre el corazón, sobre el sistema circulatorio, sobre el aparato locomotor, sobre el metabolismo y sobre aspectos psicológicos y psicosociales, etc.). Todos estos beneficios pueden recogerse en las distintas etapas de la vida: niños y adolescentes, adultos y ancianos, si el entrenamiento es el adecuado.


¿Porqué ahora se habla del entrenamiento mental?


La medicina sigue avanzando. La ciencia médica occidental ha comprendido que la salud no es algo que sólo concierne al cuerpo sino también a la mente. La medicina se rinde a la evidencia de que el entrenamiento mental es necesario para preservar y restablecer la salud.


Richard Davidson, uno de los científicos del cerebro más importantes del mundo, cree que el ejercicio mental, en particular la meditación (atención plena o mindfulness), puede, literalmente, cambiar nuestras mentes. Existen múltiples beneficios de la práctica de la atención plena (Reduce el estrés, mejora el rendimiento académico, cambia el cerebro protegiéndolo de enfermedades mentales, no hace falta estar practicando mindfulness para sentir los beneficios en el procesamiento emocional de nuestro cerebro, previene las recaídas de las personas con problemas de adicción, nos hace mejores personas, nos ayuda a dormir mejor, etc.). Dice Davidson “Puede que tome un poco de tiempo, pero para el 2050 creo que el ejercicio mental se entenderá como algo tan importante como el ejercicio físico”.

Aprender a meditar puede ayudarnos a convivir con una mente más clara y más hábil a la hora de lidiar con las emociones negativas y fomentar las emociones positivas.




El mismo Richard Davidson asegura tambien que la meditación es un entrenamiento mental que nos permite ser más felices. Asegura incluso que "Aprender a ser feliz no es muy diferente a aprender a tocar el violín".

martes, 9 de diciembre de 2014

Entrena a tu mente, aprende con el corazón.




El corazón no tiene dos hemisferios como la mente, en tu experiencia no predomina ninguno de ellos, simplemente tu corazón está o no está en tu presenteSin embargo dicen por ahí que el corazón tiene cerebro y, por lo tanto, neuronas (unas 40.000). Según Mario Alonso Puig "Lo que el corazón quiere sentir la mente se lo demuestra" . O sea que si eres el único/a donante de corazón que sigue vivo/a, hazte un huequito en la agenda y dedica unos minutos diarios, en quietud y silencio, para contemplar con los ojos cerrados qué hay detrás de tus párpados... tu propósito, tu mejor versión, tu felicidad, la de los demás... el mundo... y el propio universo condensado en tu propia conciencia. Y aunque esto se parezca a la poesía sólo es la prosa que compartimos todos los seres humanos. Bajo las rutinas de la piel hay un corazón que está esperando. 

"Entrena a tu mente, aprende con el corazón" Adela Montalvo Gil. 

viernes, 29 de agosto de 2014

ESTRÉS, REALIDAD, PALABRAS Y EMOCIONES

“El dedo que señala la luna no es la luna”. Buda. Las palabras no son la realidad, solamente apuntan a ella. La sabiduría podría consistir en seguir la dirección que las palabras indican en lugar de quedarse neciamente sólo con las palabras, y esta simple afirmación implica “acción”, no sólo razonamiento.

Hace un tiempo en el blog de Manuel Calvillo, en su entrada “Factorías de ceguera” y hablando de la ceguera atencional leí las siguientes palabras: “Los peces son los últimos en darse cuenta del agua". 

Nuevamente palabras, y la luna a la que apuntan ahora es a la ignorancia del pez que no se da cuenta de la realidad en la que vive sumergido. Apenas sus ojos alcanzan a ver a sus depredadores, a sus presas, el lugar donde refugiarse o la infinitud de algas, rocas, corales, luces o sombras que tiene frente a sí. Pero los peces no son inteligentes. Su falta de raciocinio les impide comprender que el agua es la condición indispensable para su supervivencia, igual el instinto les basta y les sobra para saber permanecer vivos en su medio. La especie humana en cambio sí que es inteligente (¿?), sabe perfectamente distinguir a su depredador, a sus presas, su refugio, sus luces, sus sombras… En la ciudad, el tráfico, las prisas, el teléfono, la niña o el niño, la cartera, el colegio, el trabajo y el jefe o la jefa ¿Cuál es el contexto? ¿Dónde está ese agua tan pegada a nosotros mismos/as, medio indispensable para nuestra superviviencia? ¿Habrá que apelar también a nuestro instinto para saber permanecer (sobreviviendo) en él?

Pues bien, volviendo a la acción del primer párrafo, ¿qué podemos hacer para “conocer la luna” o nuestro propio contexto?. 
Solución A: Pensar en el problema. 
Solución B: No pensar en el problema, ¡A quién le importa la luna y su contexto! ¡Con todo lo que yo tengo que hacer!. 
Solución C: La realidad no es solo lo que se ve o es susceptible de ser descubierto por los cinco sentidos; vista, gusto, tacto, olfato, oído. La realidad también es eso que pasa detrás de nuestros ojos. Emociones. Sentir y no pensar. Al parecer en Oriente han descubierto esta solución C con el medio científico de la intuición pero en Occidente la ciencia solo es ciencia si se mide, constata, prueba, ve, toca o escucha. Científicamente la intuición está siendo validada como herramienta útil para el aprendizaje, el análisis, y la toma de decisiones. 

Y la pregunta final ¿Cuánto hay que sentir para finalmente “estar” y darnos cuenta del contexto? 
Solución A: Mucho. 
Solución B: Sentir ¿qué?. 
Solución C: Sustitúyase en la pregunta el “Cuánto” por “A quién”.

Nos empeñamos en llegar al fondo de las cosas para explicar la realidad pero la realidad se explica una vez hemos llegado al fondo de nosotros mismos.

El curso MBSR es un buen método para acercarnos a esa realidad que no necesita tanto ser juzgada y que permite comprender quién es ese yo que cada quien creemos ser y cuándo darse cuenta de que vivir es solo un asunto de presencia, de que estar en el aquí y el ahora es toda la realidad que verdaderamente existe. Que el tiempo es a la vida como el metro a la distancia, solo una medida.

ADELA MONTALVO GIL.



martes, 22 de julio de 2014

El tiempo y sus fracciones.


Cada cierto tiempo consulto un blog, para mi indispensable,  donde encuentro con frecuencia reflexiones muy interesantes y válidas para la integración de la atención plena en la vida diaria. 

Hoy entre las muchas entradas, un denominador común fue el tiempo. En un día hay 24 horas, o sea 1440 minutos o 86.400 segundos (elige la fracción que mejor te parezca). Aunque la elección que acabas de realizar sea irrelevante, esa fracción elegida expresa el tiempo en el que dices "vivir".


En todo ese espacio "limitado" transcurre un sinfín de sucesos a los que reaccionas sin más, acciones por lo general rápidas e irreflexivas, para poder hacer aquello otro que de verdad quieres hacer, acciones por otra parte que apenas llevamos a cabo, porque al final no hay tiempo para ello. Y digo "llevamos" porque no sólo a ti te pasa esto, nos suele pasar a casi todos. 

Desde bien pequeños, para celebrar que vamos creciendo, se nos agasaja con el regalo más habitual, UN RELOJ (antes de la era tecnológica en que se sustituye dicha herramienta por otras de índole más versátil, móviles, tabletas, pc´s... etc). Aquel aparato, como también éstos, a nuestro servicio, cumplen un objetivo común: medir el tiempo, pero en ningún caso nos sirven para elegir lo que hacemos en él, para eso sirve otro instrumento, también de medición, que casi nunca se regala, LA BRÚJULA, el aparato que indica la dirección a seguir para llegar a un norte. 

El cóctel resultante, cuyo ingrediente principal es el tiempo, se compone también de otros ingredientes secundarios, tales como las decisiones sobre qué se va a hacer en la vida, o cómo ganárnosla, sin conocer previamente la brújula y, por último, los resultados obtenidos en el pasado. Este cóctel conforma el núcleo de muchos de los males más habituales en occidente, a los que nombramos de mil formas diferentes, pero que resumimos en una sola palabra, porque también es más fácil buscar una solución a un problema que a muchos interrelacionados, y esa palabra es ESTRÉS.

El estrés en nuestras vidas es tan habitual que pensamos que a fuerza de nombrarlo y normalizarlo resolverá eso que nos pasa, porque ya conocemos que le pasa también a los demás. Pero no, el estrés no se soluciona cuando se visibiliza, se empieza a solucionar cuando comenzamos a ser conscientes del nivel en el que nos afecta. 

Una gota de conciencia es un instante, una pequeñísima fracción de tiempo, es suficiente para saber que algo está ocurriendo y que lo estamos presenciando porque nuestra atención está en ello. Nos basta y nos sobra para saber en qué realmente invertimos nuestro tiempo, en dónde se está situando nuestra vida. Es entonces cuando podemos elegir qué hay que hacer durante 86.400 segundos, o sea 1440 minutos, o 24 horas y no limitarnos, en cambio, a saber simplemente qué pasa ahí, en esas fracciones de tiempo. 

Nuestra vida deja de ser un relato de cosas que nos pasan para convertirse en un relato de las cosas que elegimos hacer. Con cada vez más frecuencia se nos habla de que la emoción comienza a complementar a la razón en lugar de competir con ella. De alguna forma la racionalidad de medir unidades de tiempo está dando paso a la calidad que hacemos residir en cada unidad. 

Próximamente impartiré un curso (MBSR) donde hablaré de la atención plena (mindfulness), de la conciencia y la consciencia, junto al estrés y la gestión del tiempo. Trataré de establecer las interrelaciones de todos estos conceptos y de su trascendencia en eso que llamamos felicidad y que la medicina moderna se empeña en llamar salud.

Este curso está dirigido no sólo a quienes padecen de estrés, o sus enfermedades somáticas, sino también a personas que crean tener salud y deseen conservarla o simplemente elegir cómo poder dirigir sus vidas sin que el reloj les robe el protagonismo, aunque inevitablemente, el tiempo sea el actor secundario de este teatro en el que a diario se representan muchas obras.

Asumiremos pues el protagonismo de nuestra vida, conoceremos a ese actor/actriz que nos suplanta, nuestro EGO, y aprenderemos a no sentirnos ofendidos/as tan a menudo, a liberarnos de la necesidad de ganar siempre, de tener razón, de creernos superiores, de querer tener más, de identificarnos con nuestros logros, y liberarnos en suma de nuestra propia fama. Si quieres saber lo insolente y pretencioso que es el ego solo tienes que mirar, en este simpático vídeo, cómo actúa ante su maestro.  


Nota: Entendemos como maestro a "cualquier dificultad u obstáculo en la vida", ampliamos así el significado de esta palabra, pues no sólo alguien avezado puede hacernos  aprender. 

jueves, 26 de junio de 2014

VACACIONES


Generalmente deseamos esta época del año para poder disfrutar del merecido descanso después de meses continuados de trabajo. 

No es poco usual que las sonrisas florezcan antes incluso de gozar de esos días tan ansiados a lo largo del año. El ánimo mejora, los problemas afectan menos y todo comienza a relativizarse días antes de esos permisos laborales. La expectativa de disipar ese ansia acumulada, producida por ese exceso de deseo de cortar con las rutinas, esas a las que nuestras responsabilidades económicas, laborales, familiares, sociales y mentales nos avocan a lo largo del año, hacen que prisas, agobios, maletas, viajes, y todo, finalmente, se de por bueno, de tal forma que sólo pensar en las próximas vacaciones en sí ya es terapéutico.



Si le ponemos sonido a este cuadro también es usual escuchar a quienes nos dicen salir de vacaciones para desconectar y desestresarse. Y si, las vacaciones están para eso, para el relax, para disfrutar, para jugar, para poner la mente en modo descanso, para conectar con el tacto, con los colores, sabores, olores, sonidos... con el entorno, sean paisajes, personas, animales o cosas. El ideal es que no tuviésemos que salir de vacaciones para hacer este otro trabajo, el de desestresarnos de lo acumulado a lo largo del año. 

¿Qué tal si durante todo el año aprendes a desestresarte y aprovechas las vacaciones para no hacer otra cosa más que conectar con todo lo que te gusta, sueñas, te ilusiona, te apasiona o te divierte?. ¿Qué tal si aprendes durante todo el año a conectarte con los olores, los colores, los sabores, los sonidos y el tacto de tu presente? ¿Podrías sentir cada día durante unos momentos que estás en modo descanso, disfrutando del placer de sentirte a ti mismo/a, conectado/a más serenamente en tu día a día? Déjanos enseñarte cómo se hace esto.


En septiembre, después del verano, Luis Francisco Navío y yo, os invitaremos a conocer nuestra propuesta; el entrenamiento mental basado en la atención plena. Lo que en oriente se conoce como meditación en occidente se está convirtiendo en terapia, hasta que deje de serlo y vuelva a ser lo que siempre ha sido, un hábito saludable que nos transforma en personas más sencillas, compasivas, equilibradas y ecuánimes. 

Aprovecha tu verano simplemente para descansar. 

Si quieres conocer nuestro trabajo, visita nuestro blog profesional. 

jueves, 12 de junio de 2014

"Aparcar la cabeza y arrancar el corazón es lo más inteligente"



Con esta frase dio comienzo la ponencia "Claves femeninas de la resiliencia en la empresa", de Pilar Gómez Acebo, el pasado sábado en el Empresarias Open Future, celebrado en el Centro de Formación Feminista "Carmen de Burgos" de Baeza.

Pilar es profesora de Escuelas de Negocio, con amplia experiencia profesional, escritora y conferenciante.Su presentación hablaba de la situación actual de crisis que definió no tanto económica ni financiera sino más bien como una crisis de valores humanos y sociales.

Presentó un escenario económico donde la generación de riqueza no está ya en los mercados intermedios. Habló de la función última de la empresa, que no es ganar dinero (objetivo a corto plazo) sino generar riqueza (objetivo más a largo plazo).

Esbozó una aproximación al concepto de economía del comportamiento, donde la toma de decisiones sigue basándose en el aspecto racional pero donde ahora interviene el "nosotros" para generar valor, porque son los demás los que nos hacen crecer y construirnos y porque en el nosotros cabe la sensibilidad suficiente para la observación y la escucha, y por ende, para la creatividad.

Diferenció la "gestión por competencias" de la "gestión por preguntas" como estilo de liderazgo. Y aquí me sorprendió, de nuevo, con que su próximo estudio irá sobre "Los efectos de la soledad en la cuenta de resultados". En la gestión por preguntas insertó el concepto de resiliencia, como capacidad de dar la vuelta a una situación adversa y salir fortalecido y que para el adecuado entrenamiento de esta habilidad se hace preciso un mapa interno (DAFO) completo y construido a base de inversión de horas de conocimiento en nosotros mismos. Se propone el uso de la metodología de análisis de mercados para el análisis personal y ¡claro! se hace imprescindible la reflexión sobre preguntas tales como: ¿Qué sabes hacer? ¿Para qué sirve? y ¿Dónde es útil?. Los nuevos tiempos exigen "Liderar" y no "Jefear". Marian Rojas-Estapé en su blog Comprender es aliviar, habla hoy del liderazgo, en su nueva entrada (Liderar es servir), y coincide con Pilar en que el nuevo liderazgo empresarial debe pasar por implicarse y comprometerse en lugar de imponer, como viene sucediendo habitualmente en las empresas.

Entre las últimas frases de la conferencia recuerdo ésta: "El miedo tiene que cambiar de lado" y hoy, cinco días después de la conferencia, dicha frase me sigue pareciendo revolucionaria. Se habla del cambio y no se si se produce mientras se habla de él. Me pregunto si estos conceptos pasarán a los planes de estudios de las nuevas carreras universitarias orientadas a la gestión empresarial. Parece que ya es tarde para muchos jóvenes y no tan jóvenes que aprendimos que la empresa y la propia vida se gestionaba desde la razón y no desde la emoción. No es que ahora se gestione con menos racionalidad sino que parece que la emocionalidad también forma parte del ADN empresarial, si se pretende generar nuevos proyectos de negocio. Parece que al fin que alguien se dio cuenta que las empresas son formadas por personas y que no se puede dar de lado al humanismo en los procesos de gestión.

Hoy, un extraordinario docente, Juan Luis Hueso, en su página de facebook comparte un artículo que me recuerda que en la formación de los más pequeños el exceso de racionalidad sigue gestionando sus agendas y me pregunto cuándo la nueva realidad propondrá nuevas formas de resolver problemas o generar soluciones, porque ahora se habla de ello pero ¿cuándo nos pondremos a trabajar con ello?.

jueves, 19 de septiembre de 2013

Ángulos del cambio organizacional.

Creo que la principal función de utilidad de la edad es la de hacernos capaces de difuminar dogmas y borrarlos, aunque ¡quien sabe! Hace un par de semanas mi visión casi dogmática de las causas del cambio por suerte se derrumbó tras la lectura de un interesante artículo. Hasta entonces me había creído el argumento de que el cambio no se producía en las empresas porque las personas simplemente nos resistimos a cambiar (el patrón o camino que recorremos de forma habitual para resolver problemas). 

Creo que bajo mi misma creencia, muchas empresas aliviaban su "conciencia" justificando su incapacidad de adaptarse a la realidad porque su personal "se resiste" (ERE´s, despidos, cierre patronal... etc). Y sin embargo gracias a la experiencia encuentras con frecuencia a personas que te sorprenden por todo lo contrario, personas que tienen curiosidad por lo nuevo, personas que experimentando la novedad son activas, o incluso siéndolo parcialmente, al menos si que miran con positividad el aprendizaje de otras formas de hacer, e incluso de pensar. Con lo cual, bajo la propia creencia latía una sospecha que la hacía cuestionable, pero hasta que no das con los argumentos en contra, te apegas inconscientemente a tus creencias como si la vida nos fuera en ello (lastimando inconscientemente a quien no piensa igual, por omisión). 

Pues bien, el artículo que comento al inicio despejó esa sospecha de que mi creencia tal vez no era cierta y por ende, aquel argumento que no pocas empresas esgrimieron como justificante de su fracaso. Este artículo añade argumentos suficientes para que podamos tomar conciencia de algunas otras claves para que se produzca el cambio en las organizaciones.

Las empresas no son máquinas son organismos vivos, dice el artículo, porque se componen de organismos vivos y donde suceden los cambios es en las estructuras de sus relaciones y en las redes. Si la información novedosa es importante, el propio sistema de forma invisible la hace circular, elevándola al plano de la realidad, amplificándola y poniéndola sobre la mesa de trabajo, sobre el espacio de otra información que ya se apaga por antigua e ineficiente. Pero para dotar de "importancia" a la información novedosa, las organizaciones no pueden olvidar cuatro principios:

1. Las personas se comprometen con aquello que han creado. Si se las hace participar en la configuración de los nuevos modos de hacer, creerán importante lo que ellas mismas crearon.

2. Las personas no sólo obedecen órdenes, también reaccionan a ellas. Cada reacción es una percepción diferente del mismo estímulo, tratar de aprender de cada reacción aportará mejor entendimiento de lo que es importante para los demás.

3. No vemos la realidad, interpretamos lo que percibimos como real. Cada persona tiene un concepto de lo que es importante y si escuchamos y atendemos eso, tal vez, puliríamos mejor nuestro propio punto de vista y permitiríamos un espacio donde compartir recursos e ideas que nos aproximen al objetivo.

4. Para crear un sistema vivo, más sano, conéctalo a si mismo. El reto de la dirección está en hacer crecer las conexiones del sistema cuando éstas son fortalezas. Si usamos la comunicación de forma más fluida se podrían hallar áreas donde elevar los estándares de calidad. 

En las empresas donde la participación del personal en las decisiones de la dirección está más arraigada, por costumbre y por régimen jurídico, es donde estos principios suelen de manera natural tomar más protagonismo. Las empresas de economía social, e incluso las del denominado "cuarto sector", ahora más que nunca pueden tener la solución a bordo, es sólo necesario tomarse el tiempo de decidir si quieren seguir siéndolo. Por desgracia algunas ya no podrán, eligieron soluciones de otros sectores (ERE´s, despidos, cierre patronal... etc).

El artículo mencionado "¿Por qué cuesta tanto el cambio en las organizaciones?" aparece en la página 32 del siguiente enlace:

De la misma revista, el artículo "La mirada apreciativa" resulta aconsejable hasta estremecer también viejos hábitos. Recomiendo también su lectura (página 34). 

Agradecida por estos magníficos enfoques no puedo por menos que felicitar a la publicación TULankide. 




sábado, 17 de agosto de 2013

Saber y no saber, miedo, falsas creencias y cómo aprendemos.

Hoy preparando una presentación de trabajo, mientras preparaba el índice reflexionaba si incluir una idea, no porque no se interesase hablar de ella sino porque reconocía una falta de conocimiento más profundo del asunto, más teniendo en cuenta el auditorio que asistiría a la misma. Más tarde pensé que en realidad no necesitaba tener ese conocimiento tan profundo para dar valor a esa idea, contextualizándola convenientemente en la presentación y utilizando mi vivencia particular como el verdadero elemento que me haría conectar con la audiencia. En el fondo los demás casi nunca esperan que demuestres todo lo que sabes sino que comprendas más bien lo que sienten.

Ayer leía en el blog de Marián Rojas Estapé, que "comprender es aliviar", y encontré un motivo más para hacer la presentación que había pensado en un inicio. Cuando más o menos ya tenía decidida la construcción de la presentación e hilando fino sobre una de las cuestiones indexadas me encuentro en el blog de Pilar Jericó el artículo "Sólo sé que no sé nada" (Laboratorio de la Felicidad). Supongo que movida por las dudas de estos días atrás, y las inseguridades que levantan, he pulsado y me lo he leído sin dejar una coma. Al terminar mis primeras dudas no sólo no se disiparon sino que ahora me pregunto si en aquellos otros temas de mi índice, aquellos en los que sí confiaba tener un conocimiento suficientemente profundo, realmente están bien justificados en la presentación, total que ahora he pasado de la fase del aprendizaje del "Inconscientemente competente" a una anterior conocida como "Conscientemente competente".  Voy a ejercitar aquello que Pilar recomienda, cuestionar lo que incluso creía que estaba bien, de paso ejercito eso de la humildad que por lo que se cuenta es una virtud noble del espíritu. En esto del aprendizaje me temo que nunca está todo hecho, que siempre se están matizando nuestras creencias, que lo más aconsejado es no convertir en dogmático lo aprendido, porque mañana algo pasa que te remueve la creencia y te hace pasar al escalón más bajo. Además, personalmente creo que es bueno abrir el diafragma de nuestra mirada para comenzar a percibir aspectos de la realidad que si bien no estaban ocultos, nuestra forma de mirar así nos los hacían.

Sobre el miedo al rechazo, las falsas creencias y cómo aprendemos, el vídeo de Pilar Jericó me ha parecido muy pertinente y divertido. Se lo tomo prestado y aquí les dejo su estupenda intervención. 

domingo, 4 de agosto de 2013

Cambio. Presente.

Todo... Piénsenlo... Todo lo vivo cambia... crece, se transforma... se muda la piel y el gusto, varía nuestro tamaño y también lo hacen nuestras circunstancias. Incluso aquello que no está vivo lo cambiamos y lo modificamos a nuestro antojo o a la de las tendencias ¡qué se yo! Decía Drexler "Todo se transforma". Lo estable está en crisis. Incluso las relaciones personales para que sean estables deben "avanzar" ¿crecer? ¿desarrollarse? ¿cambiar?... 

Respecto a la dirección del cambio, ¿Sucede porque sí o la elegimos?... Si consideramos el mundo como un sistema, si algo se mueve el resto también lo hace y a veces no se vuelve a la posición original, con lo cual el cambio de produce al hacerse permanente. ¿Hasta qué punto uno de esos cambios del sistema te sacó de la casilla y te dejó hasta sin piel en una casilla que no era la tuya? Después del ¡caray! ¡Pero qué carajo! ¿Qué se hace? ¿Con qué se cuenta?

Aceptación. Recibimiento de forma voluntaria de una cosa. Aprobación. Admisión. Conformidad. Reconocer que no estamos en la casilla de siempre. Que el mundo ha cambiado y que nos sugiere hacerlo con él. ¡Ojo! "aceptar no implica resignarse, sino que se trata de darse cuenta de lo que en realidad está pasando independientemente de si me gusta o no"

Y ahora sólo queda volver la mirada a lo que somos, a quién somos. Elegimos hacer lo que hacíamos antes o si haremos algo nuevo, creando, imaginando, soñando, inventando... ocurrirán cosas diferentes, seguro. Igual el entorno se revela contra eso, nos conocieron de determinada forma, ya estábamos domesticados conforme a una forma predecible de actuar para ojos ajenos, que habían decidido elegirte porque eso encajaba con sus gustos y preferencias. Pero los demás ahora no importan mucho. Eres tú a quién las circunstancias te han dejado en un lugar diferente. Albert Einstein dijo que "Locura es hacer lo mismo una vez tras otra y esperar resultados diferentes." ¿Elegimos hacer lo sabido, trillando la nueva casilla con antiguas herramientas o elegimos explorar los rincones del nuevo espacio y fabricamos las herramientas que nos permitan sobrevivir en él? Si ya estás en la casilla nueva, si ya pasaste el duelo del ¡caray! ¡pero qué carajo!, si ya tienes a tus ojos observando la nueva realidad, si buscas una nueva herramienta, empieza por trabajar tu atención. Si. Parece extraño. Pero no. No lo es. En oriente ya sabían hacen miles de años por observación lo que aquí nos empeñamos en saber sólo por experimentación y evidencias científicas. Pues nada, ya están esas evidencias aquí. Trabajando la atención se mejora la observación, mejora la capacidad de percepción, se observa de manera diferente... de forma curiosa empiezan a surgir oportunidades donde antes todo eran amenazas. Puede que nos sorprenda incluso el sentimiento de agradecimiento a lo que provocó la revolución, puede que nuevos ojos vean nuevas y mejores personas y que antiguos ojos sólo vuelvan a vernos si es que algo nuevo les desnude hasta de su piel.



Debajo de todo proceso de cambio o de transformación existe algún tipo de dolor, incluso es a veces el propio dolor el que conduce a esa nueva casilla. Sentir el dolor no significa vivir con sufrimiento, el sufrimiento es la prórroga del dolor cuando toda nuestra atención está en el propio dolor. Hay que cambiar el foco, hay que iluminar esas otras zonas que no duelen para trascender el propio dolor. Situar la atención en otro lugar, aprender a explorar otros espacios que también están dentro de ti. 

martes, 30 de julio de 2013

Cambios y aprendizaje. Aprender a aprender.

En alguna que otra ocasión hablando del "cambio" encontré opiniones al respecto de tipo "¿por qué el cambio? o ¿para qué?... si me va bien". Ante este tipo de argumentos se me ocurre que la persona que los suele declarar asume que cambiar es una acción a ejercitar sólo si "algo no va bien". En tal caso, si existiese algún aspecto disfuncional (externo o interno) en la persona, quedaría al parecer plenamente justificado dicho cambio. Lo curioso es que incluso existiendo ese aspecto disfuncional que podría motivar un cambio y justificarlo, aún encontramos cierta resistencia en las personas a los cambios. No sé si es el rubor de no querer admitir en público que hay algo en lo que debemos mejorar lo que nos dirige a las trincheras del porqué y del para qué. Otras veces tal vez el temperamento de ciertas personas actúa como viento huracanado y arrasa el más simple discurso del cambio, reduciéndolo a escombros y negando su potencial. Y es así que creo que en el fondo el cambio asusta, porque cambiar requiere volver al no saber, a la indefensión de exponerse sin armas a la novedad, requiere humildad para salir de eso que se conoce como "zona de confort", que tanto valor tuvo un tiempo atrás, y dejarse guiar. Creo que cambiar es abrazar la experiencia de aprender, y tal vez desde lo aprendido, y su puesta en acción, sea cuando sucede ese cambio, para que todo siga creciendo, evolucionando o madurando de forma natural.

Aprender es una palanca de cambio, provoca remolinos en nuestras creencias, remueve sueños, pero necesita irremediablemente de un deseo, de una ventana abierta que deje paso el nuevo aire, de unos ojos bien abiertos, de una voluntad que busque los propios motivos, de unos pies inquietos y unas tremendas ganas de no convertir en dogma lo conocido, para permitirnos el incalculable placer de recuperar la confianza y creer que se puede. Me pregunto si esto del cambio al fin y a la postre lo que permite sea conectar con uno/a mismo/a, si nos permite fluir de algún modo conectando razón y emoción. Me pregunto si el cambio no tiene que ver con el talento, si es o no una herramienta para su búsqueda o tal vez para su hallazgo. 

Este vídeo motivó esta reflexión. Espero que también les guste. Feliz semana.