“El
dedo que señala la luna no es la luna”. Buda. Las palabras no son la realidad,
solamente apuntan a ella. La sabiduría podría consistir en seguir la dirección
que las palabras indican en lugar de quedarse neciamente sólo con las palabras,
y esta simple afirmación implica “acción”, no sólo razonamiento.
Hace
un tiempo en el blog de Manuel Calvillo, en su entrada “Factorías
de ceguera” y hablando de la ceguera atencional leí
las siguientes palabras: “Los peces son los últimos en darse cuenta del
agua".
Nuevamente palabras, y la luna a la que apuntan ahora es a la
ignorancia del pez que no se da cuenta de la realidad en la que vive sumergido.
Apenas sus ojos alcanzan a ver a sus depredadores, a sus presas, el lugar donde
refugiarse o la infinitud de algas, rocas, corales, luces o sombras que tiene
frente a sí. Pero los peces no son inteligentes. Su falta de raciocinio les
impide comprender que el agua es la condición indispensable para su
supervivencia, igual el instinto les basta y les sobra para saber permanecer vivos
en su medio. La especie humana en cambio sí que es inteligente (¿?), sabe
perfectamente distinguir a su depredador, a sus presas, su refugio, sus luces,
sus sombras… En la ciudad, el tráfico, las prisas, el teléfono, la niña o el
niño, la cartera, el colegio, el trabajo y el jefe o la jefa ¿Cuál es el
contexto? ¿Dónde está ese agua tan pegada a nosotros mismos/as, medio indispensable
para nuestra superviviencia? ¿Habrá que apelar también a nuestro instinto para
saber permanecer (sobreviviendo) en él?
Pues
bien, volviendo a la acción del primer párrafo, ¿qué podemos hacer para
“conocer la luna” o nuestro propio contexto?.
Solución A: Pensar en el
problema.
Solución B: No pensar en el problema, ¡A quién le importa la luna y
su contexto! ¡Con todo lo que yo tengo que hacer!.
Solución C: La realidad no
es solo lo que se ve o es susceptible de ser descubierto por los cinco sentidos;
vista, gusto, tacto, olfato, oído. La realidad también es eso que pasa detrás
de nuestros ojos. Emociones. Sentir y no pensar. Al parecer en Oriente han
descubierto esta solución C con el medio científico de la intuición pero en
Occidente la ciencia solo es ciencia si se mide, constata, prueba, ve, toca o
escucha. Científicamente la intuición está siendo validada como herramienta útil
para el aprendizaje, el análisis, y la toma de decisiones.
Y la pregunta final
¿Cuánto hay que sentir para finalmente “estar” y darnos cuenta del contexto?
Solución
A: Mucho.
Solución B: Sentir ¿qué?.
Solución C: Sustitúyase en la pregunta el
“Cuánto” por “A quién”.
Nos empeñamos en llegar al fondo de
las cosas para explicar la realidad pero la realidad se explica una vez hemos
llegado al fondo de nosotros mismos.
El curso MBSR es un buen método para acercarnos a esa realidad que no necesita
tanto ser juzgada y que permite comprender quién es ese yo que cada quien
creemos ser y cuándo darse cuenta de que vivir es solo un asunto de presencia,
de que estar en el aquí y el ahora es toda la realidad que verdaderamente
existe. Que el tiempo es a la vida como el metro a la distancia, solo una
medida.
ADELA MONTALVO GIL.